ENFADO
ELIMINAR EL ENFADO
Parte uno: manejar el enojo en el calor del momento
- Aléjate
de la situación. Si es posible, sal de la habitación u oficina
en la que estés y sal fuera a tomar aire fresco o a dar una corta
caminata. Si estás con otras personas, hazles saber que necesitas
un momento para conseguir la compostura. Esto te dará la oportunidad de componerte y te ayudará a evitar decir cosas que más
tarde lamentarás.
- Toma
el aliento profunda y lentamente para relajarte. Si te sirve de
algo, repite algunas palabras, ya sea en tu mente o en voz alta.
Intenta con las palabras “relájate,” “está bien,” o “no
te preocupes,” etc. Esto hará que el pulso y la presión
sanguínea vuelvan a su nivel normal.
- Considera todo el panorama. Algunas veces nos enojamos mucho por asuntos triviales que, a la larga, tienen poco significado. Ver todo el panorama te ayudará poner el incidente en perspectiva y hasta puede que te hagan darte cuenta que lo que pasó no tiene realidad tanta importancia como pensaste.
- No
encierres el enojo. Si alguien hace o dice algo que te hace
enojar, diles. El reprimir las emociones negativas sólo causará
que regresen y te atormenten más adelante en la vida. Espera hasta
que te hayas calmado antes de expresar tu enojo a alguien. Gritar o
vociferar solamente agrandará la tensión que ya estás sintiendo y
no resolverá nada. Si no estás listo para hablar con la persona
con la que estás enojado, entonces confía en un amigo o un ser
amado.
- Piensa por qué estás enojado. Toma un tiempo para pensar seriamente sobre la cuestión. Saber exactamente por qué estás enojado te ayudará a evitar culpar falsamente a una persona o un evento. Algunas veces un evento dispara un recuerdo del pasado. Trata de identificar si estás por lo que acaba de suceder o si tienes restos de enojo del pasado.
- Recuerda
que el enojo es una emoción natural. Mientras que la ira puede
ser aplastante en el momento, recuerda que todos los seres humanos
en la tierra experimentan esto de cuando en cuando. Acepta que las
cosas no siempre pueden ser a tu manera.
Parte dos: enfrentar al enojo remanente de un evento pasado
- Reconoce
el enojo que sientes. Suprimir el enojo no hará que se vaya; si
tienes ganas de llorar o gritar, entonces hazlo.
- Habla de lo que sucedió. Hablar con otras personas no es sólo una forma de catarsis, sino que te ayuda a organizar tus pensamientos, que la situación tenga sentido y ponerla en perspectiva. También, otras personas pueden tener cierta percepción, que tú no, y pueden compartir experiencias similares y ofrecer consejo.Habla con un amigo o con un ser amado.Considera ver a un terapeuta o unirte a un grupo de ayuda.Escribe acerca del incidente en un diario.
- Confronta
a la persona o personas que te han hecho mal. Si sientes enojo
hacia una persona en particular, entonces considera hablarle de eso.
Pudiera sorprenderte saber que esta persona no tiene idea que te ha
causado un disgusto. Si no puede o no quieres hablarle a la
persona, entonces escríbele una carta y tírala. Aún cuando no la
lea, poner tus pensamientos en papel te ayudará a seguir adelante.
- Piensa lo que este evento te ha enseñado. Aún cuando las experiencias más difíciles nos enseñan algo. Reconocer que has aprendido algo te ayudará a deshacerte de la ira y hasta causará que te sientas agradecido por lo que ha sucedido.
- Acepta
que el evento ha quedado en el pasado y nada puede hacer que sea
diferente. Agradece que se ha terminado y recuerda que no
importa qué tan horrible fue, “siempre” pudo haber sido peor.
Parte tres: eliminar el enojo, a la larga
- Practica el ser consciente. Si constantemente estás sintiéndote enojado, probablemente estás asido a recuerdos negativos del pasado. Trata de apreciar el presente. Pon atención a los detalles que te rodean, que normalmente no notarías, como los colores, sonidos y olores. Notar pequeñas cosas como éstas te ayudarán a no estar constantemente pensando en el pasado.
- Sonríe.
Aún si tienes que fingir, fuérzate a sonreir a otras personas.
Cambiará la forma como te hablan y como te tratan, lo cual a su vez
te hará sentir más positivo hacia otros.
- Recuerda
los momentos positivos. Aunque es difícil olvidar los recuerdos
traumáticos, con frecuencia olvidamos las cosas maravillosas que
nos han sucedido en el pasado.Toma el tiempo para recordar las
cosas placenteras que te han sucedido, como la ocasión en que un
ser amado hizo algo lindo por tí o cuando te reíste tanto que
hasta te dolió el estómago.
- Pon atención a tus pensamientos. Si te das cuenta que siempre estás pensando en cosas negativas, toma un momento para aclarar tus pensamientos y luego cambia hacia algo más positivo. Para deshacerte de un pensamiento negativo, cierra tus ojos y respira profundamente, con respiros lentos, enfocando toda tu atención en tu aliento.
Encuentra un alivio al estrés. Canaliza tu ira hacia un deporte o un pasatiempo. Las emociones negativas pueden servir como material para artistas y expresar tu enojo en una forma artística te ayudará a apreciar lo que ha pasado y seguir adelante. El ejercicio ayuda a eliminar el estrés y promueve la relajación y las endorfinas liberadas te ayudarán a mejorar tu ánimo.
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